A lo largo de la historia, la escuela y la familia han forjado una poderosa alianza que contribuyó
a sostener la escolaridad de niños, niñas y jóvenes. Los cambios y las transformaciones socioculturales con las que entramos al siglo XXI nos muestran la necesidad de darle continuidad a ese vínculo y renovarlo a diario.
a sostener la escolaridad de niños, niñas y jóvenes. Los cambios y las transformaciones socioculturales con las que entramos al siglo XXI nos muestran la necesidad de darle continuidad a ese vínculo y renovarlo a diario.
“La escuela puede, pero no puede sola”
Contar con el acompañamiento de familiares, instituciones comunitarias y organizaciones de la sociedad civil resulta vital para fortalecer las trayectorias escolares y educativas.
El propósito de las jornadas es renovar el encuentro por una educación inclusiva, justa y democrática, por una escuela que aloje a todos y todas, por una escuela abierta al diálogo, que potencie el desarrollo de los estudiantes al brindar la mejor propuesta de enseñanza.